Ubicada en la Aldea de la Cardenchosa fue construida entre los siglos XV y XVI, en mampostería y ladrillo. En 1986 fue declarada Monumento Singular.
La portada de estilo mudéjar con aire barroco, presenta un arco de medio punto, flanqueado por dos pilastras sobre zócalo, sobre las que se superponen arquitrave y cornisa, rematado en frontón partido en cuyo tímpano hay un pequeño óculo coronado por frontón triangular. Sobresaliendo de la cubierta, a dos aguas, se aprecia espadaña con dos arcos de medio punto, flanqueados por pilastras, alojando cada uno de ellos una campana. Una cornisa es la base de un tercer arco de igual característica, pero vacío. La nave está dividida en dos tramos por un arco transversal apuntado.
El retablo que hoy ocupa la cabecera con las pinturas de S. Pedro y S. Pablo y coronado por la crucifixión podría datarse del siglo XVII. También de este siglo son las pinturas murales que ilustran buena parte de los muros del edificio y que se descubrieron en 1985.
Su cronología data de finales del Neolítico, conviviendo con el Calcolítico y la Edad del Bronce (milenios V - IV antes de Cristo).
Destacan especialmente el Menhir y varios dólmenes.
Es un monumento megalítico prehistórico, que consiste en una piedra larga hincada verticalmente en el suelo por uno de sus extremos. En la Cardenchosa se encuentra en una acera del centro de la aldea.
La cronología de este menhir data de finales del Neolítico, conviviendo con el Calcolítico y la Edad del Bronce ( milenios V-IV antes de Cristo).
Se desconocen los significados rituales concretos que inspiraron los alzamientos y disposiciones de los menhires neolíticos, formulándose en torno a ellos conjeturas más o menos elaboradas y con mayor o menor rigor científico. Sólo sabemos con seguridad que eran, como otros monumentos similares de la época, construcciones funerarias.
Este menhir es curioso y original por el material usado. Está realizado sobre una fina lancha de piedra de pizarra negra y tiene una altura de 2,5 metros. En su parte superior, se puede apreciar una especie de figura, grabada en relieve y de forma zoomorfa (quizás una salamandra) o, tal vez, un capricho de la piedra formado por el tiempo y la erosión. Alrededor existen piedras graníticas y, quizás, podrían ser los restos de un pequeño cromlech que, con el paso del tiempo, han ido desapareciendo; sobre todo las más pequeñas, reutilizadas en la construcción de las casas que lo rodena. A escasos metros está la iglesia del pueblo.
Se trata de un sistema de enterramiento resulto en lanchas verticales cubiertas por otra lancha horizontal, con un valor eminentemente funerario. Existen en los alrededores del casco urbano varios dólmenes, aunque en un estado avanzado de deterioro por su abandono histórico.