Azuaga está situada en el Sureste de Extremadura, limítrofe con Córdoba y Sevilla, en las estribaciones de Sierra Morena y cerca de los ríos Bembézar, Matachel y Sotillo. A su término municipal, que comprende las zonas de la Campiña y "La Sierra", pertenece la vecina aldea de Cardenchosa.
En cuanto a su historia, Azuaga cuenta con una amplia zona de gran riqueza desde sus asentamientos neolíticos, como son los dólmenes y el menhir de Cardenchosa, pasando por los restos con los que contamos de época romana, la invasión árabe, reconquista y así sucesivamente hasta nuestros días.
Hacia el año 70 d.C. Azuaga se denomina "Municipium Iulium Ugultuniacum", título concedido por el César Vespasiano, que demuestra el grado de romanización de la ciudad en esa época.
De la época árabe conservamos el nombre de la villa, procedente de la tribu de los " Zuwaga" ( tribu bereber que desde el norte de África se diseminó por buena parte de la geografía peninsular), así como el trazado del casco más antiguo, el Pozo Santo y viviendas de estilo mudéjar en las calles Pío XII, Mesones, Larga y Alconchel.
El periodo de dominación árabe finaliza en 1.236, fecha en la que el Maestre de la Orden de Santiago, Don Pelay Pérez Correa, la reconquista e incorpora al reino de Castilla-León.
En los siglos XV y XVIII se construyen nuevos edificios y el casco urbano se expande.
Entre los años 1894 y 1947, hubo un gran progreso, sobre todo debido a las explotaciones mineras. A partir de esta fecha, Azuaga sufre una fuerte emigración debido, principalmente, al agotamiento de los filones en las minas.
En la actualidad, junto a su patrimonio histórico-artístico, medioambiental, gastronómico y festivo, Azuaga es el centro económico y comercial de la Campiña Sur. Su pasado y su presente la convierten en un rincón muy atractivo para visitar y residir.